domingo, 9 de agosto de 2015

CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DE LOS MOLUSCOS

Información sobre moluscos

Moluscos. Pulpo, calamar, caracol, babosa de mar y tierra, mejillón
A continuación se ofrece información interesante acerca de los moluscos: características principales, especies, anatomía, hábitat, alimentación y reproducción.

  1. ¿Qué son los moluscos?: características.
  2. Anatomía de los moluscos.
  3. ¿Cómo se reproducen?
  4. Clases de moluscos.
  5. Gasterópodos o caracoles.
  6. Principales especies de gasterópodos.
  7. Lamelibranquios.
  8. Principales especies de lamelibranquios.
  9. Cefalópodos.
  10. Principales especies de cefalópodos.
  11. Los moluscos en la industria y el consumo humano.
  12. Lecturas recomendadas.

¿Qué son los moluscos?: características

Moluscos del mar. Caracol, almeja y pulpo
Los moluscos son animales invertebrados conocidos desde la antigüedad. Su difusión sobre la Tierra se compara a la de los insectos, y los aventajan en el dominio acuático.

Estos animales son los primitivos pobladores de los mares, desde donde han pasado a los ríos, lagos, arroyos, etc., y algunos se han adaptado a la vida terrestre.

Los moluscos marinos (los más numerosos), habitan la zona litoral, sometida al embate de las olas y al ritmo de la marea, donde buscan albergue entre las piedras, o en las grietas y galerías que ellos construyen en el fango o en los materiales sumergidos.

Su tamaño es variado; va desde formas casi microscópicas (como ciertas almejas y caracoles), hasta los más grandes de los invertebrados vivientes (el calamar gigante, que puede alcanzar hasta 18 metros de longitud).

Fueron muy abundantes en los mares de la Era Primaria, y actualmente están representados por más de 80.000 especies, en su inmensa mayoría marinas, aunque también existen muchas de agua dulce y unas cuantas de tierra.

Los moluscos (“mollis”, blandos), son animales de cuerpo blando, no segmentado, sin apéndices articulados, con simetría bilateral, enmascarada en algunos por la torsión de su cuerpo, como es el caso de los caracoles.

Este filo muestra una gran diversidad de formas (caracol, almeja, calamar, etc.) y el estudio de la organización también muestra grandes diferencias. No obstante, en todos se puede reconocer la región cefálica, la masa visceral rodeada por el manto y el pie musculoso.
El manto es un repliegue del tegumento que en la mayoría de las especies segrega una caparazón dura que puede estar formada por una, dos o más valvas.

Podemos decir entonces que, los moluscos, de cuerpo blando y simetría bilateral, a veces modificada por torsión, poseen una masa muscular ventral llamada “pie”, que sirve generalmente para la locomoción, y están envueltos en un repliegue tegumentario o manto que segrega sales calcáreas, formando la caparazón.

Esta caparazón puede ser univalva (caracoles), arrollada en espiral alrededor de un eje la columela, o bivalva (almejas), formada por dos valvas cóncavas, o una cóncava y otra plana (pecten).

La caparazón consta de tres capas: una externa o cutícula delgada, compuesta por sustancia orgánica córnea; una media de carbonato de calcio, que se deposita en forma de cristales prismáticos (capa calcárea), y una interna, también de carbonato de calcio, dispuesto en forma de láminas (capa nacarada).

Anatomía de los moluscos


Todos los moluscos poseen aparato digestivo completo:

La boca se continúa por una faringe provista de una lámina quitinosa dentada, llamada “rábula”, que sólo falta en aquellos que tienen alimentación microfágica (lamelibranquios). Le sigue el esófago, el estómago, que recibe la secreción de una glándula digestiva, el hepatopáncreas y el intestino, que termina en el ano.

La respiración es fundamentalmente branquial, aunque algunos moluscos llamados “pulmonados” presentan el techo de la cámara paleal muy vascularizado, a cuyo nivel se realiza el intercambio gaseoso.

El aparato circulatorio consta de un corazón recubierto por pericardio, arterias y venas sin vasos capilares, por lo cual su circulación es lacunar o abierta.

La excreción se cumple por un riñón llamado “órgano de Bojano”.

El sistema nervioso está formado por ganglios cerebroides, pedios y viscerales, de los que parten nervios para los distintos órganos.

¿Cómo se reproducen?


La reproducción en los moluscos es sexuada, con individuos unisexuados o hermafroditas, dependiendo de la especie.

Clases de moluscos


Las clases más conocidas del filo moluscos son: gasterópodos, lamelibranquios y cefalópodos.

Gasterópodos o caracoles

Gasterópodo marino. Caracol bajo el mar
Los gasterópodos o caracoles (del griego: “gáster”, vientre; “podos”, pie), son moluscos univalvos, cuyo pie es una masa aplanada, gruesa y ancha, situada en la porción ventral del cuerpo. Éste es el órgano locomotor, con el cual se desliza o repta sobre los objetos, a los que puede adherirse mediante una sustancia mucosa, segregada por las glándulas del pie.

La masa visceral y la caparazón espiralaza donde se aloja son asimétricas, por haberse desarrollado un lado más que el otro. El animal se halla prisionero en su caparazón, por encontrarse unido a ella a través de un músculo (músculo columelar).

Cuando el animal está en descanso o se halla en peligro, tiene el cuerpo encerrado en la caparazón o concha; de lo contrario, saca parte del mismo, y pueden distinguirse: tentáculos retráctiles, con órganos de los sentidos (ojos y tacto) y por debajo de aquéllos, la boca.

Principales especies de gasterópodos


Entre las especies de gasterópodos llamados “pulmonados”, unos son terrestres y otros acuáticos.

Los terrestres están representados por los caracoles comunes, algunos de los cuales son comestibles, pudiendo ser observados en huertas y jardines, donde causan considerables daños.

Las babosas carecen de caparazón y tienen una reducida masa visceral. Habitan en parajes frescos y húmedos.
Aquellas que se desarrollan en países de clima templado, permanecen enterradas durante el invierno, sumidas en un letargo del que salen en primavera o verano.
Son fitófagas y causan grandes daños a las plantas.

Los moluscos pulmonados acuáticos (Limnaea, Planorbis), poseen un par de tentáculos no retráctiles. Ambos viven en las lagunas y arroyos, siendo el primero, huésped intermediario del saguaypé.

Los gasterópodos branquiados viven en aguas dulces o marinas.

Entre los primeros se encuentran las ampularias, cuyos racimos de huevos color rosado, se observan con frecuencia adheridos a las plantas acuáticas, y son tomados por el vulgo como huevos de rana o de sapo.

Entre los segundos encontramos distintas especies a lo largo de las costas, tales como:

  • Las lapas de caparazón cónico, cuyo pie sirve para adherirse a las rocas.
  • Las volutas, que son muy apreciadas en el mundo entero por su forma y colorido.
  • La especie Adelomenon brasiliana, que produce ootecas transparentes, llenas de líquido nutritivo y embriones en desarrollo.
  • La Adelomenon beckii, que puede alcanzar hasta 60 centímetros y es uno de los gasterópodos más grandes del mundo.
  • Las cipreas o porcelanas.
  • Los conos, hermosos caracoles ponzoñosos de los mares tropicales, que pueden causar accidentes mortales si se los manipula sin precauciones.
  • Los Murex, cuya caparazón posee ornamentos espinosos.

Algunas especies habitantes del mar Mediterráneo fueron empleadas por los fenicios, griegos y romanos para teñir sus túnicas con una sustancia tintórea llamada “púrpura”, la cual se extrae de una glándula situada en la cara interna del manto. Esta glándula produce una secreción incolora, que se torna morada por acción de la luz.

Las olivas, que habitan en playas arenosas, son carnívoras y se alimentan de almejas y berberechos.

Lamelibranquios

Lamelibranquios. Ostras perlíferas o perleras
Su denominación (“lamelibranquios”), se debe a las branquias formadas por laminillas, que se ubican a ambos lados de la masa visceral, entre ésta y el manto.
También se les conoce con el nombre de “pelecípodos”, y esta denominación (del griego: “pelekys”, hacha; “podos”, pie), está vinculada a la forma de su pie.

En algunas especies, el pie es utilizado para cavar galerías en el fondo o en la arena de mares y ríos. Otros (mejillones), se fijan a las rocas por medio de una sustancia (biso), segregada por las glándulas del pie.

La masa visceral, comprimida lateralmente, está cubierta por el manto y por las dos valvas, articuladas en la parte superior (charnela). En la parte más alta de éstas, encontramos un ligamento elástico que obra como un resorte, provocando la apertura de las valvas, las que estarían siempre abiertas si no fuera por la acción de uno o dos músculos, insertos en la cara interna de las mismas y llamados “aductores”.

El manto recubre a la masa visceral. Está formado por dos hojas, libres en algunos y soldadas en una mayor o menor extensión del borde en otros. En estos últimos, se observan tres aberturas: una anterior, para el pasaje del pie, y dos posteriores, en forma de tubo, denominados sifón branquial y sifón cloacal. Por el primero penetra el agua necesaria para su respiración y, por el segundo, se expulsa el agua con los productos residuales.
Las dos hojas del manto limitan la cavidad paleal, en la cual se hallan las branquias.

Principales especies de lamelibranquios


Entre los lamelibranquios de las aguas dulces, los más conocidos son las almejas.

Los mejillones y ostras son lamelibranquios marinos, y gozan de gran estimación como mariscos.

Los mejillones poseen valvas simétricas. Viven adheridos a las rocas por una sustancia segregada por el pie.
En ciertos países, su cultivo ha adquirido gran desarrollo, originando una floreciente industria (mitilicultura).

La ostra tiene concha asimétrica, y la valva mayor es cóncava. Forma bancos de gran extensión y se las cultiva a fin de obtener un producto de mejor calidad que la ostra salvaje.

La ostra perlera, de igual modo que otros lamelibranquios, produce perlas cuya formación se debe a la irritación causada en el manto por la presencia de cuerpos extraños, generalmente la larva parásita de un Cestode.

Los teredos son conocidos por los estragos que producen en las maderas sumergidas (muelles, barcos), en los cuales perforan galerías.

Los pecten destacan por sus valvas en abanico y ornamentos característicos.

Los berberechos, abundantes en las playas arenosas, son muy apreciados como alimentos.

Cefalópodos

Moluscos cefalópodos. Pulpo, calamar, sepia y nautilo
Los cefalópodos (del griego: “kephalé”, cabeza; “podos”, pie), son moluscos cuya principal característica es la forma y disposición que adopta el pie, parte del cual rodea la cabeza y forma los brazos o tentáculos.

Tienen una organización bastante elevada, pues ciertos órganos (boca, corazón, ojos, etc.), son tan perfeccionados como los de los vertebrados.

Muy numerosos en otras épocas (especialmente en la Era Secundaria), están actualmente reducidos a un corto número de especies.

Viven en los mares de todas las latitudes, tanto en las aguas superficiales como en las profundas, lo cual imprime rasgos particulares a su constitución.

Son nadadores muy activos, aunque algunos (pulpos), viven en escondrijos o buscan abrigo donde la vegetación submarina es abundante.

Se alimentan de crustáceos, moluscos y peces.

Si observamos el cuerpo de un calamar, veremos que es cilíndrico u ovoide, y que está formado por tres partes: tentáculos, cabeza y masa visceral.

La cabeza, bien diferenciada del cuerpo, presenta lateralmente dos grandes ojos y una corona de brazos o tentáculos de robusta musculatura, y cuya eficiencia está aumentada por la presencia de numerosas ventosas (órganos de fijación y prensión).

El calamar y la sepia poseen diez brazos, dos de los cuales son más largos y sólo presentan ventosas en el extremo libre.

El pulpo cuenta con ocho brazos iguales.

La masa visceral puede presentar aletas (repliegues del tegumento que intervienen en la natación).
El manto que la rodea totalmente, es libre en la mayor extensión de su borde, por donde penetra el agua a la cámara paleal (especie de bolsa abierta donde están ubicadas las branquias). El líquido se expulsa por un órgano en forma de embudo, el cual recibe el nombre de sifón.
El chorro de agua sale con gran fuerza, determinando un impulso que lleva al animal en dirección opuesta al sentido en que es expulsado el líquido (fenómeno de retropropulsión).

Incluidas en un repliegue del manto, pueden encontrarse formaciones de sostén llamadas “pluma de calamar” y “hueso de sepia” respectivamente, o faltar totalmente, como ocurre en el caso de los pulpos.

El tegumento de estos moluscos encierra gran cantidad de células pigmentarias (cromatóforos), que le permiten cambiar de color. Estos cambios son un medio de defensa y de ataque, pues por ellos imitan el color de las rocas o los vegetales entre los que se deslizan, pasando inadvertidos de sus enemigos y de sus víctimas.

Esta función de defensa es complementada por un órgano anexo a la porción terminal del tubo digestivo: la bolsa de la tinta. La misma se encarga de segregar una materia negra, de la cual basta una pequeña cantidad para teñir una gran masa de agua.

Principales especies de cefalópodos


Los cefalópodos dibranquios poseen dos branquias, y entre ellos se encuentran:


  • Los pulpos, provistos de ocho brazos con dos filas de ventosas cada uno.
  • El argonauta, que tiene también ocho brazos.
  • Las sepias y calamares, con diez brazos. En gastronomía, los últimos constituyen especialmente, un apetecible manjar.


Los tetrabranquios poseen cuatro branquias. Esta especie, muy abundante en épocas pasadas, está representada actualmente por el nautilo, que vive alojado en una gran concha calcárea, arrollada en espiral y dividida en varias cámaras, la mayor de las cuales está ocupada por el animal. Presenta numerosos brazos desprovistos de ventosas.

Los moluscos en la industria y el consumo humano

Plato de moluscos. Mejillones fritos rellenos
Desde tiempos muy antiguos se han empleado los moluscos en diferentes actividades del ser humano, consumiéndose principalmente como alimento, y algunas especies han dado lugar a industrias tales como la ostricultura y la mitilicultura.

Se utilizan también para la creación de piezas de adorno y bisutería, como es el caso de las perlas y conchas marinas, empleadas generalmente para la fabricación de collares, pulseras y otros productos artesanales.

En la antigüedad, asirios, fenicios y romanos solían teñir sus ropajes con la púrpura extraída de un caracol marino.

Conceptos



  • Ostricultura: industria para la reproducción y mejoramiento de las ostras.
  • Mitilicultura: cultivo industrial del mejillón y otras especies afines.


Artículo basado en distintos materiales de apoyo, entre los que se incluyen diccionarios y libro “Zoología, tomo II”.

Lecturas Recomendadas:

¿Cómo se cocinan los caracoles?

Los crustáceos y sus características principales

Los mariscos: moluscos, crustáceos y cefalópodos

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