domingo, 12 de octubre de 2025

El coco y el cocotero en playas y zonas costeras

Coco y cocotero en zonas costeras y playas


Playa con cocotero y tres cocos en la arena.

  1. Dónde crece el cocotero
  2. El viaje del coco en corrientes marinas
  3. Coco en la cocina y la vida diaria de la playa
  4. El cocotero provee recursos
  5. Mitos del coco en los pueblos del mar
  6. Cuidado de la playa y bioingeniería costera
  7. Economía: grandes y pequeños productores
  8. Cultivo del cocotero
  9. Seguridad: palmeras cargadas de frutos
  10. El valor del coco en zonas tropicales
  11. Preguntas y respuestas
  12. Glosario

 

Dónde crece el cocotero

 

Vista aérea de la costa, repleta de cocoteros.

El día comienza. El mar respira profundo y, en ese instante, las palmas de coco trazan una silueta clara contra el cielo. No es una imagen de postal. El cocotero (Cocos nucifera), crece bien en climas cálidos, sin heladas, con suelos bien drenados y abundante sol. Aunque soporta la brisa marina y las salpicaduras de agua salada, necesita humedad dulce en el suelo para desarrollarse y dar frutos. Por eso se lo encuentra tanto en zonas costeras como en tierra adentro, siempre que las condiciones lo permitan.

 

El viaje del coco en corrientes marinas

 

Coco flotando en el mar, costa de fondo.

El recorrido del coco empieza con su forma. Su fruto está rodeado de fibras y cubierto por una cáscara dura. Puede flotar, resistir golpes y proteger la semilla.

Algunos cocos siguen corrientes marinas, llegan a nuevas playas y, si el terreno y la humedad lo permiten, germinan. A ese viaje natural se suma la intervención del ser humano: siglos de cultivo y traslado entre islas y costas de Asia, África y América, explican su presencia en tantas regiones costeras.

 

Coco en la cocina y la vida diaria de la playa

 

Cocina en una cabaña. Ventana abierta a la playa. Sobre una mesa, hay un coco entero, dos mitades, una jarra con agua de coco, otra con leche de coco, recipientes con fruta picada, coco rallado y en trozos. También hay un recipiente vacío.

El coco resulta indispensable en la cocina, y en la vida cotidiana dentro de muchas zonas próximas a la playa. El agua del fruto joven hidrata, y aporta minerales en los días calurosos. Su pulpa, fresca o seca, brinda energía y grasas beneficiosas. De ella se obtienen la leche y el aceite de coco. Las recetas varían: en el Índico, el Pacífico y el Caribe, cada comunidad ha desarrollado preparaciones propias, adaptadas a lo que ofrece su entorno; curris, sopas, dulces o bebidas, que forman parte de la identidad cultural de su gente.

 

El cocotero provee recursos

 

Hombre fabricando una estera de fibra de coco, sobre una mesa en la playa. Sobre la mesa hay dos cuencos y una soga de coco.

El cocotero no provee únicamente alimento. Sus hojas se usan en techos y utensilios, y la fibra del fruto (denominada “coir”), suele emplearse para fabricación de sogas y esteras. Además, la cáscara se utiliza como combustible o recipiente, y su madera ligera en carpintería, para la construcción de piezas diversas. En la pesca artesanal, la vida doméstica y en mercados locales, este árbol ha acompañado oficios y tradiciones durante generaciones.

 

Mitos del coco en los pueblos del mar

 

Tres personas orando frente a un altar, bajo un cocotero, en la playa. El altar esta hecho con hojas de palma, flores amarillas y cocos.

Las culturas costeras lo reconocen ampliamente. En la India, el coco forma parte de algunos rituales. En Filipinas y la Polinesia, persisten leyendas en las que un héroe derrotado se convierte en cocotero, recordando su rol vital para la comunidad. Estas leyendas reflejan el sentir de pueblos ligados profundamente al mar.

 

El cuidado de la playa; bioingeniería costera

 

Dos personas observando la costa y trabajador colocando manta biodegradable.

El cuidado de la playa requiere criterio. Donde crece, el sistema de raíces del cocotero ayuda a mantener estables la arena y los bordes de dunas. Además, la fibra de coco se emplea en mantas biodegradables dentro de proyectos de bioingeniería costera, útiles para controlar la erosión y fomentar la revegetación. Son efectivas porque se degradan naturalmente y retienen humedad; sin embargo, no son soluciones mágicas: deben incorporarse en planes que respeten la flora nativa y los ciclos de mareas y viento. Plantar por plantar no alcanza; es clave hacerlo con conocimiento.

 

Economía: grandes y pequeños productores

 

Personas comprando y vendiendo cocos y productos de coco en mercado local. De fondo, trabajadores cargando cocos en un barco.

El coco también aporta a la economía costera. Existen grandes productores como Filipinas, Indonesia e India, pero también existen redes pequeñas: mercados locales, puestos cercanos a zonas de pesca, talleres que elaboran alimentos y derivados. Todo ese circuito genera empleo e ingresos en regiones donde el clima marca el ritmo del día a día.

 

Cultivo del cocotero

 

Persona trabajando en zona de cultivo. Cartel de Cultivo de cocoteros y de No pasar.

Cultivar cerca del mar requiere atención. Las temperaturas estables, el sol y una buena humedad favorecen su desarrollo.

Aunque tolera el ambiente salino, el cocotero depende de la presencia de agua dulce en el subsuelo. Tanto en playas como en otros espacios públicos, es importante definir bien las distancias respecto a caminos y áreas de juego, proteger las raíces y evitar la compactación de la arena. Son decisiones simples, que permiten un sistema de convivencia ordenado entre la vegetación y el turismo recreativo.

 

Seguridad: palmeras cargadas de frutos

 

Hombre realizando la poda de palmeras cocoteras. Turistas en zona segura. Cartel que indica Zona de riesgo.

La seguridad es clave. En playas con palmeras cargadas de frutos, las autoridades suelen programar podas, señalizar zonas de riesgo y ubicar las áreas de sombra lejos de los senderos. Es una medida concreta para prevenir accidentes por caída de frutos maduros o frondas, y proteger responsablemente a los visitantes, sin alterar la belleza del paisaje.

 

El valor del coco en zonas tropicales

 

Mujer con dos niños, recogiendo cocos en la playa.

El valor del cocotero y el coco en zonas tropicales es indiscutible. En algunos lugares es difícil pensar la playa sin él. Se adapta bien al borde costero, cruza océanos, se aprovecha casi por completo, forma parte de sistemas económicos locales y sostiene tanto tradiciones como proyectos modernos. Asimismo, puede colaborar con soluciones ambientales, si se lo gestiona correctamente. Comprenderlo con claridad también es una forma de cuidar nuestro vínculo con el mar y las playas que compartimos, porque en muchas de ellas, el cocotero no solamente forma parte del paisaje; es además alimento, cultura y vida.

 

Preguntas y respuestas

 

Signo de interrogación, cuyo punto es un coco.

¿El cocotero sólo crece en la orilla?

No. Aunque está presente típicamente en zonas costeras, también puede desarrollarse tierra adentro, si el clima es cálido y el suelo tiene suficiente agua dulce. No obstante, es difícil y menos frecuente que prospere lejos del mar.

 

¿El agua de coco puede reemplazar un tratamiento médico?

No. Es una bebida hidratante, rica en minerales, pero no sustituye indicaciones médicas. Algunos doctores de la antigüedad, sin embargo, utilizaban el agua de coco para reemplazar soluciones intravenosas en situaciones de emergencia.

 

¿Siempre es útil plantar cocoteros para evitar la erosión?

Depende del lugar. Puede resultar útil si ya es parte del ecosistema.

La fibra de coco puede ser adecuada en mantas biodegradables, dentro de planes que respeten la flora nativa y el equilibrio del litoral.

 

¿Se utiliza todo el fruto?

En gran parte, sí. El agua y la pulpa se usan en la alimentación; la leche y el aceite, en la cocina; las hojas, la fibra, la cáscara y la madera tienen usos domésticos y artesanales. El nivel de aprovechamiento varía, según la comunidad.

 

¿Por qué el coco puede viajar entre islas?

Porque flota, gracias a su cáscara fibrosa y resistente, lo que le permite recorrer largas distancias marinas y germinar en nuevas playas.

 

¿Qué países producen más coco en el mundo?

Principalmente Filipinas, Indonesia e India, líderes de la producción mundial de este fruto.

 

Glosario

 

Un diccionario de tapa marrón, y dos cocos a su lado.

Palmas de coco:

Plantas tropicales de la familia de las arecáceas, de tallos altos y esbeltos, con hojas pinnadas largas. Producen el coco, fruto fibroso y comestible, capaz de germinar en suelos costeros cálidos.

 

Cocos nucifera:

Nombre científico de la especie conocida comúnmente como palma o palmera de coco, llamada también “cocotero”.

 

Tierra adentro:

Expresión que se utiliza para referirse a las zonas alejadas de la costa o del mar, situadas hacia el interior del territorio.

 

Coir:

Nombre comercial o técnico, empleado internacionalmente para referirse a la fibra de coco, y procedente del tamil.

 

Mantas biodegradables:

Estructuras textiles, elaboradas con fibras naturales o materiales orgánicos, que se descomponen de forma natural. Se utilizan para controlar la erosión, proteger suelos y favorecer la regeneración vegetal, sin generar residuos contaminantes.

 

Bioingeniería costera:

Conjunto de técnicas que emplean organismos vivos, como plantas y sus sistemas radiculares, junto con materiales naturales, para proteger y estabilizar costas, controlar la erosión y favorecer la recuperación de ecosistemas litorales.

 

Erosión:

Desgaste y transporte de las capas superficiales del suelo o las rocas, causado por la acción del viento, el agua o el hielo, que modifica el relieve y puede afectar la estabilidad de los ecosistemas.

 

Revegetación:

Proceso de restaurar la cobertura vegetal en un área degradada o alterada, mediante la siembra o el crecimiento natural de plantas nativas, que estabilizan el suelo y favorecen el equilibrio ecológico.

 

Ciclos de mareas:

Sucesión regular de ascensos y descensos del nivel del mar, provocados por la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol sobre la Tierra, que se repite aproximadamente cada 24 horas y 50 minutos.

 

Economía costera:

Conjunto de actividades productivas, comerciales y de servicios, que se desarrollan en zonas litorales y dependen directa o indirectamente del mar, como la pesca, el turismo, el transporte marítimo y la explotación de recursos naturales.

 

Compactación de la arena:

Proceso por el cual las partículas de arena se comprimen y reducen el espacio entre ellas, generalmente por presión, peso o acción del agua, lo que disminuye su permeabilidad y modifica la estructura del suelo.

 

Frondas:

Conjunto de hojas grandes y divididas de ciertas plantas, especialmente de helechos y palmas, que forman una copa amplia y característica.

 

Borde costero:

Franja de transición entre la tierra y el mar, donde interactúan procesos naturales y actividades humanas, e incluye playas, dunas, acantilados y ecosistemas asociados.

 

Fibra de coco:

Material natural extraído de la cáscara de coco, compuesto por filamentos resistentes y flexibles, utilizado en la fabricación de cuerdas, cepillos, tejidos, esteras, alfombras y rellenos, sustratos agrícolas y productos biodegradables. Es resistente al agua salada y a la descomposición.

 

Lectura elaborada a partir de estudios generales y con apoyo de IA.

 

Lee también:

 

El coco: de la historia al futuro sostenible, en Revista de mis antojos

 

Batida de coco, plátano y piña, blog Aromas en tu cocina

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jueves, 12 de julio de 2018

CELENTERADOS (HIDRAS, MEDUSAS Y CORALES)

Las hidras pertenecen al filo celenterados. Hidra en el mar fijándose a una planta acuática.

Entre los celenterados encontramos las hidras, medusas o “aguas vivas”, actinias o anémonas de mar, corales, etc.

Cinco medusas, también llamadas aguas vivas, nadando en el mar.

  1. Características físicas de los celenterados
  2. Reproducción
  3. Organización (forma “pólipo” y forma “medusa”)
  4. Seres vivos pertenecientes al filo celenterados
  5. Las hidras
  6. Medusas
  7. Ambas formas de celenterados
  8. ¿Qué es una colonia?
  9. Colonia de obelia
  10. Alternancia de generaciones
  11. Polimorfismo colonial o colonia heteromorfa
  12. Velella y fisalia
  13. Actinias
  14. Violetas de mar
  15. Corales y madréporas
  16. Para recordar: especies importantes de celenterados

Celenterados. Actinia en el fondo marino.

Características físicas de los celenterados


El filo “celenterados” (del griego “koilos” - hueco, “enteron” - intestino), presenta un plan estructural más primitivo que otros animales mencionados anteriormente, como lo son por ejemplo los crustáceos o los moluscos.

No presentan órganos anatómicamente bien definidos, sino que sólo alcanzan una diferenciación a nivel de tejidos (grado tisular).

Su cuerpo se considera un saco de doble pared, con dos capas y una amplia cavidad gastrovascular, que comunica al exterior mediante un único orificio (boca-ano), el cual se encuentra rodeado de tentáculos de diferente longitud.

Por poseer únicamente dos capas de células, los celenterados son llamados “individuos diblásticos”.

Dichas capas (el ectodermo y el endodermo), están separadas por una capa media, la mesoglea, sin estructura celular, cuyo espesor varía según las especies.

La cavidad con función digestiva puede ser única o estar dividida por tabiques.

Los celenterados tienen simetría radiada, con cuatro o seis radios, y presentan unas células especiales, urticantes, llamadas “cnidoblastos” o “nematocistos” y características de este grupo.


Cnidoblastos o nematocistos. Esquema de un cnidoblasto y su anatomía.

¿Por qué decimos que poseen simetría radiada?

El cuerpo de los celenterados muestra una forma básicamente cilíndrica, con la boca en un extremo denominado “oral”, mientras que el opuesto o “aboral”, suele ser de fijación.

Cualquier corte longitudinal a través del eje del cilindro dividirá al animal en dos partes iguales.

Primitivamente, se reunía a los celenterados con los espongiarios en el grupo fitozoarios (phyto - planta; zoo - animal), por su aspecto arborescente, vivos colores, colonias ramificadas, simetría radiada y aparente inmovilidad.

Su tamaño varía desde 1 mm hasta más de 2 m de diámetro.

Los celenterados no presentan aparato circulatorio, respiratorio ni excretor, y el sistema nervioso en general se presenta difuso.

Son animales esencialmente marinos. Unos llevan vida libre, otros se fijan a las rocas, las caracolas, etc., ya sea aisladamente o formando colonias.

Reproducción


La reproducción de los celenterados es asexuada, por brotamiento o por división, y sexuada, por medio de gametos originados en un mismo individuo (hermafroditismo) o en individuos separados (gonocorismo).

Del huevo se origina una larva ciliada.

En algunas especies, los individuos presentan los dos tipos de modalidades reproductoras alternadamente.

Organización del grupo “celenterados”

(forma “pólipo” y forma “medusa”)


Los celenterados suelen adoptar dos tipos básicos en la forma de su cuerpo: “pólipo” y “medusa”.

En ambos se observa la misma organización, es decir, boca, tentáculos y cavidad gastrovascular, pero mientras los pólipos poseen cuerpo tubular, con la boca hacia arriba, las medusas tienen forma de sombrilla o campana, con la boca hacia abajo.

La forma “pólipo”, como es el caso de las hidras, vive fija a los vegetales de estanques y lagunas. Su cuerpo es alargado, se fija por un extremo al vegetal (disco de fijación) y por el otro presenta la boca rodeada de tentáculos.

El celenterón o cavidad gastrovascular comunica con el exterior por el orificio bucal, y se prolonga en el interior de los tentáculos.

Está revestido por la ectodermos, provista de células urticantes y sensitivas.

El interior está tapizado por células glandulares con flagelos, y musculares, que aseguran la circulación y renovación del agua en la cavidad. Entre ambas se encuentra una mesoglea muy delgada.

Otros pólipos, en lugar de tener celenterón simple como se da en las hidras, presentan tabiques que dividen la cavidad gastrovascular en logias. Este es el caso por ejemplo de los corales, actinias o anémonas de mar, etc.

En estos casos, además, el ectodermos sufre una invaginación llamada actino–faringe.

Los pólipos poseen vida béntica, es decir, viven en contacto con un sustrato. Unos se desplazan sobre él, y otros permanecen fijos al mismo.

Distintos seres vivos pertenecientes al filo “celenterados”


Entre los distintos seres vivos pertenecientes al filo “celenterados” se incluyen las hidras, medusas o “aguas vivas”, actinias o anémonas de mar, corales, etc.

Algunos son solitarios y otros coloniales.

Las hidras


Las hidras habitan generalmente en aguas de estanques, arroyos y lagunas, fijándose a las raíces y hojas de las plantas acuáticas. El cuerpo de estos animales mide alrededor de 1 cm de longitud y 1 mm de espesor.

Su morfología está compuesta por la zona de fijación o disco basal (aboral), cuerpo cilíndrico, y en el extremo superior u oral, la boca.

Su organización es muy simple: una pared fina y la cavidad interna que se continúa en los tentáculos (cavidad gastrovascular), la cual sirve para la digestión.

La pared externa está recubierta por células de protección, entre las que se encuentran las células urticantes.

¿Cómo funcionan?

Al capturar una presa o defenderse del enemigo, se produce la emisión de los filamentos de los cnidoblastos. La abundancia de los mismos es mucho mayor en los tentáculos que en el resto del cuerpo.

Cada cnidoblasto o nematocisto es una célula especializada, constituida por una vesícula en cuyo interior se encuentra un líquido tóxico, y un filamento hueco enrollado en espiral.

Hacia fuera la célula presenta una espinita sensible, el “cnidocil”, que al contacto con una superficie, produce la contracción de la vesícula, la evaginación del filamento y la inyección del líquido hacia la presa o enemigo al que ahuyenta o mata.

Si colocas un dedo sobre una hidra, muchos nematocistos son disparados pero no sentirás nada. Esto sucede porque su piel es muy gruesa y la cantidad de veneno inyectado es insignificante.

La hidra es esencialmente carnívora. Su alimento característico es la pulga de agua, la que normalmente se encuentra en los lugares donde ella habita. En su dieta también se incluyen larvas de insectos, algunos otros crustáceos diminutos y partículas vegetales.

Suele extender su cuerpo en el momento de alimentarse.

Su forma de locomoción se compone de diferentes etapas.

La hidra, como la planaria, tiene capacidad de regeneración.

Medusas

Medusas. Dibujo de una medusa y su anatomía.

La forma “medusa”, típicamente representada por las “aguas vivas”, habita en las playas.

Posee tentáculos muy abundantes, y puede producir gran escozor acompañado de fiebre a los bañistas, por inyección del líquido urticante, procedente de millones de cnidoblastos.

Las medusas tienen el cuerpo en forma de sombrilla, llamado “umbrela”, y el manubrio en el centro de la cara inferior, del que se desprenden los brazos que circundan a la boca. Del borde de la umbrela penden los tentáculos, ricos en cnidoblastos y similares a los de las hidras.

En su observación se destaca el espesor de la pared, debido al grosor de la capa gelatinosa intermedia o mesoglea, la cual se encuentra muy desarrollada, y constituye la masa que forma su cuerpo.

Las medusas son organismos pelágicos, es decir, viven en alta mar y flotan en el agua, movidos por acción conjunta de los vientos, oleaje y corrientes marinas.

Generalmente transparentes por adaptación a dicha vida, pasan desapercibidos de sus enemigos.

La vida libre que llevan las medusas, requiere la existencia de elementos de relación.

Las mismas poseen células de la sensibilidad general, al igual que los pólipos, y también órganos de los sentidos rudimentarios (órganos del equilibrio, ocelos o células pigmentadas impresionables por la luz, células olfativas, etc.).

A veces las células se reúnen en ganglios, de los que parten los filetes nerviosos.

Por su frecuencia, en determinados días del verano, en nuestras costas (Uruguay) puede observarse las contracciones rítmicas de su cuerpo y, como hemos señalado antes, su gran poder urticante, el cual las hace temibles para pescadores o bañistas desprevenidos.

Ambas formas de celenterados


En algunos celenterados se puede presentar la forma medusa, como en las aguas vivas, y en otros sólo la forma pólipo, como en hidras, anémonas de mar, renillas y corales. Sin embargo, algunos muestran ambas formas a lo largo de su ciclo biológico. Es el caso de la colonia de obelia, común sobre rocas o maderos sumergidos.

¿Qué es una colonia?


Llamamos “colonia” a la asociación biológica de individuos de la misma especie, que presentan continuidad anatómica y funcional.

Colonia de obelia

Colonia de obelia. Esquema con el ciclo biológico de la obelia y su colonia.

La obelia forma colonias pequeñas de numerosos pólipos intercomunicados y de morfología diferente.

Tiene individuos encargados de la nutrición, semejantes a las hidras, llamados “hidrantes” y otros pólipos reproductores, los gonozoides productores de yemas, que originan pequeñas medusas (por gemación, es decir, reproducción asexuada).

Las mismas suelen desprenderse de la colonia. Poseen forma de campana con tentáculos en el borde, y éste se une al manubrio a través de un velo (medusa con velo).

Son unisexuadas, y los gametos se fecundan en el agua, originándose una larva ciliada que pronto se fija y forma un pequeño pólipo, el cual por gemación dará lugar a una nueva colonia.

Alternancia de generaciones


Como vemos, en un mismo individuo se dan dos tipos de reproducción y dos tipos morfológicos diferentes:

  1. Una forma colonial, fija, con los individuos hidrantes y gonozoides que se reproducen por gemación.
  2. Una forma individual, unisexuada, con forma de medusa con velo, la cual se reproduce por fecundación.

Este proceso se denomina “alternancia de generaciones”.

Es el proceso en el cual la forma colonial, de vida béntica, origina por reproducción asexuada individuos llamados “medusas con velo”, de vida pelágica, los cuales mediante reproducción sexuada y a partir del huevo o cigoto, originan una nueva colonia.

Polimorfismo colonial o colonia heteromorfa


En ciertas colonias de individuos puede apreciarse una división del trabajo, por la cual el pólipo toma la forma más adecuada a la función que desempeña. Es el llamado “polimorfismo colonial” o “colonia heteromorfa”:

Un pólipo se adapta a la función nutritiva, otro a la reproductora, otro a la defensa, etc.

Se les denomina “colonia cormus”, y es aquella en que cada uno desempeña una función y el conjunto de ellos, las que corresponden al individuo.

Velella y fisalia


En nuestras costas oceánicas son comunes las especies “velella” y “fisalia”, las cuales constituyen colonias flotantes dotadas de un acentuado polimorfismo.

Velella sobre la arena.

Las velellas poseen un flotador delgado, horizontal y una lámina inserta diagonalmente como una vela, que le da su nombre. Del flotador penden los distintos individuos.

Fisalia. Dos fisalias en el agua, con los tentáculos sumergidos.

También aparecen en nuestras playas (en verano) las colonias de fisalias, cuyo flotador es una gran ampolla, y por debajo del cual se extienden los distintos individuos, algunos de los cuales pueden tener hasta medio metro de longitud.

Actinias o anémonas de mar

Actinias. Anémona de mar en el fondo marino, junto a un coral.

Entre los celenterados que presentan exclusivamente forma pólipo, llamados “animales flores” (antozoarios) encontramos formas solitarias y coloniales.

Algunas como las actinias o anémonas de mar son solitarias y no tienen esqueleto calcáreo.

Viven adheridas a las rocas o sobre caracoles, cangrejos, etc.

Son frecuentes en nuestras costas oceánicas.

Violetas de mar


La gran mayoría de las formas coloniales tienen un esqueleto calcáreo, en cuya cubierta carnosa se albergan los pólipos.

Violetas de mar. Renilla reniforme o violeta de mar sobre una superficie.

Las llamadas “violetas de mar”, debido al color violeta de la colonia, presentan una lámina o disco en forma de hoja, provista en la cara superior de pólipos semejantes (colonia homomorfa), unidos por una masa común violeta: el cenosarco con espículas calcáreas, y en la cara inferior un pedúnculo para fijarse en la arena, donde suele desplazarse lentamente.

En nuestro país (Uruguay), pueden encontrarse violetas de mar en las costas de Rocha.

Corales y madréporas

Corales y madréporas. Coral rojo.

Los corales y madréporas son celenterados coloniales, provistos de esqueleto, que desempeñan un importante papel en la formación de rocas (calizas coralígenas).

Estas colonias se desarrollan ampliamente. Sus esqueletos sirven de basamento a las formas vivientes más superficiales y su masa rocosa constituye un arrecife.

A su alrededor pulula un mundo de peces, crustáceos, moluscos, etc. Especialmente los últimos, que suelen perforar la roca y excavar galerías.

Algunos arrecifes cuentan con una gran extensión, como lo es por ejemplo la Gran Barrera Australiana, la cual bordea la costa oriental de Australia, en una extensión de 2400 km, y un ancho de 150 km en ciertas zonas de la misma.

Las formaciones conocidas con el nombre de “atolones” o “atolls”, son arrecifes más o menos circulares, que aíslan una masa de agua a modo de laguna interior.

Corales y madréporas. Arrecife de coral.

Al elevarse el suelo submarino, estos atolones se convierten en islas, como sucede en muchas de las islas de la Polinesia.

Las madréporas están pobremente representadas en nuestras costas; suelen encontrarse pequeños trozos del género Astrangia en las playas de Rocha.

Para recordar: especies importantes de celenterados


Recuerda:
Algunas de las especies más importantes que podemos hallar entre los celenterados son:

  • Hidra: pólipo de agua dulce, que rara vez forma colonias. Vive sobre las plantas acuáticas. Alcanza a tener unos centímetros de longitud. Muchas de ellas viven asociadas con algas (simbiosis) que le comunican su color verde.
  • Obelia: un claro ejemplo de alternancia de generaciones. Abunda sobre maderos sumergidos, y se dispone en cientos de pequeñas colonias arborescentes yuxtapuestas, semejando una cubierta vegetal sobre el sustrato.
  • Velella y fisalia: son abundantes en las playas de Maldonado y Rocha, donde aparecen arrastradas por el oleaje en grandes cantidades.
  • Medusas: llamadas corrientemente “aguas vivas”, presentan variados colores. Son frecuentes en nuestras playas, donde sus células urticantes hacen sentir sus efectos a los bañistas. Algunas especies oceánicas tienen hasta 2 m de diámetro.
  • Actinias o anémonas de mar: son solitarias y no poseen esqueleto calcáreo. Viven adheridas a las rocas, caracoles y cangrejos.
  • Violetas de mar: deben el nombre al color violeta de sus colonias. En Uruguay se las puede hallar en las costas de Rocha.
  • Corales y madréporas: desempeñan un importante papel en la formación de rocas (calizas coralígenas). Sus esqueletos sirven de basamento a las formas vivientes más superficiales y su masa rocosa constituye un arrecife.

Basado en información extraída del libro “Zoología, tomo II”.

Lecturas recomendadas:

Erizos y estrellas de mar

Pulpos, sepias y calamares

Algas marinas

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viernes, 16 de marzo de 2018

ARENQUES: EL ARENQUE FRESCO Y EL AHUMADO

Arenque. Varios arenques frescos dentro de un cubo con trozos de hielo

Información sobre el arenque


A continuación hallarás información útil acerca del arenque, tanto fresco como ahumado: características de este alimento, valores nutricionales y precauciones con respecto a su consumo.


  1. Características del arenque.
  2. El arenque ahumado.
  3. Salazón de los arenques.
  4. Arenques en conserva.
  5. Información nutricional (composición del arenque fresco).
  6. Tiempo de conservación.
  7. Diferencias en el contenido del arenque fresco y el ahumado.
  8. Precauciones para el consumo de este alimento.


Características del arenque


El arenque abunda en Europa, pues, aunque no se encuentra en el Mediterráneo, puebla el océano Atlántico y el Mar del Norte, donde este pequeño pez, de apenas 35 cm, vive en grandes bancos.

Tiene el vientre plateado, el lomo azulado y unas escamas muy finas, fáciles de quitar.

Los pequeños arenques que se hallan junto a las costas son los más apreciados y, sobre todo, cuando llevan huevas o lechaza.

Los grandes degustadores de este pescado compran la lechaza aparte.

La carne del arenque es fina y de olor característico.

El arenque ahumado


El arenque ahumado suele gustar a muchas personas y según el tiempo empleado en la salazón y las técnicas de ahumado, se consigue una carne más o menos fina.

El típico arenque ahumado (muy salado y bien ahumado) tiene por lo menos ocho días de salazón; los demás son, en general, arenques frescos puestos en sal durante 24 o 48 horas.

Los arenques prensados no tienen más que unas horas de salazón y apenas están ahumados.

Salazón de los arenques


En los barcos de pesca salan los arenques inmediatamente después de la captura, los disponen en capas dentro de barriles de madera y les agregan más sal.

Cuando llegan a tierra los colocan en unas grandes cubas llenas de agua salada, donde se les deja en proceso de maceración durante varios días.

Arenques en conserva


Al igual que las sardinas y el atún, los arenques se encuentran en conserva, preparados de muy diversas formas: filetes de arenque, salados; arenques al natural; con tomate; con vino blanco, etc.

Información nutricional


La información nutricional que hallarás a continuación está calculada por unidad, en relación al tamaño convencional de los arenques.

La composición y cualidades de este pescado difieren mucho según se trate de arenque fresco o ahumado.

Composición del arenque fresco


Valores:


  • Agua: 75%
  • Glúcidos: casi inapreciable
  • Lípidos: 6%
  • Proteínas: 20%
  • Minerales (fósforo, yodo, hierro y un poco de calcio): 1%
  • Vitaminas: A, D y grupo B
  • Calorías: 150

El arenque es, por tanto, un pescado graso y algo indigesto.

Tiempo de conservación


Cuanto más salados y más ahumados estén los arenques, más tiempo se conservan. Sin embargo, es necesario prepararlos en un ambiente muy seco, a 6° u 8° C bajo cero.

Sólo los “red herrines” o “arenques rojos” se conservan varios meses a 0°, debido a que se someten a una fuerte salazón antes del ahumado.

Ilustración de un arenque rojo o red herrines

Diferencias en el contenido del arenque fresco y el ahumado


Los arenques ahumados contienen más sal y menos agua que los arenques frescos y la salazón les hace perder, a veces, su color característico.

Su contenido en vitaminas A, D, B2 y PP no parece disminuir a causa del ahumado.

Precauciones para el consumo de este alimento


¿Qué precauciones e información debemos tomar en cuenta respecto al consumo de arenque?

Debido a su carácter indigesto, los arenques, incluso frescos, no son aconsejables para quienes no hacen fácilmente la digestión ni para los niños. Y, como se trata de un pescado de alto valor nutritivo, debe eliminarse de cualquier régimen de adelgazamiento.

Las personas sometidas a una dieta sin sal deben olvidarse por completo de este alimento, el cual contiene un 20% de la misma.

Lecturas recomendadas:

Información sobre atún

El pescado y sus variedades

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martes, 20 de febrero de 2018

CUADRO MARINO ARTESANAL, CON ARENA Y CARACOLAS

Cuadro marino artesanal, con arena y caracolas de la playa
En este artículo se explica cómo diseñar un cuadro marino artesanal, utilizando, entre otras cosas, arena y caracolas de la playa.

¡Una llamativa y original manera de decorar tu dormitorio con un toque de mar!

Cuadro marino artesanal, con arena y caracolas


Materiales necesarios



  1. Madera o MDF.
  2. Pinturas acrílicas de color blanco, amarillo, rojo y azul cielo.
  3. Figuras de yeso: un barco y un sol.
  4. Cola vinílica o pegamento.
  5. Gancho pequeño para colgar el cuadro.
  6. Clavos.
  7. Martillo.
  8. Dos aros de madera (de colgar cortinas).
  9. Trozo de cuerda.
  10. Arena y caracolas.
  11. Goma laca.
  12. Pinceles.


Técnica


La técnica para crear este cuadro marino es el collage.

Instrucciones para crear un cuadro marino artesanal


Diseñar tu cuadro artesanal te resultará bastante sencillo y muy entretenido. Sólo deberás seguir las instrucciones que aparecen a continuación:

Clavar el ganchito en el reverso de la madera, para poder colgar el cuadro.
Mano clavando ganchito en el reverso de una madera o cuadro

Pintar el frente de la madera de color azul cielo y dejar secar bien.
Mano pintando el frente del cuadro de color azul cielo

Pasar cola vinílica alrededor del cuadro y distribuir la arena como si fuera un marco.
Mano distribuyendo arena sobre el marco del cuadro. Se ve un frasco de cola vinílica y un recipiente con arena
Dejar secar durante un buen rato.

Colorear el yeso en forma de sol con amarillo y, cuando esté seco, con otro pincel, pasar una mano de goma laca para sellar bien los poros.
Mano coloreando el yeso en forma de sol con amarillo. A su lado se ve la figura de un barco

Pintar el barco usando color blanco, un poco de azul para las velas y rojo para el casco.
Manos pintando el casco de un pequeño barco con pintura roja

Colorear los aros de madera con rojo y blanco, simulando un par de salvavidas.
Pintando dos salvavidas con rojo y blanco
Dejar que la pintura seque por completo.

Pegar el sol y el barco en el centro del cuadro; la cuerda hacia un costado, y las caracolas alrededor del marco, en forma decorativa.
Mano colocando caracolas en el marco del cuadro artesanal. También se ve una cuerda pegada al mismo

Adherir, también con pegamento, los salvavidas sobre la cuerda.
Adhiriendo dos salvavidas sobre la cuerda del cuadro marino

Pintar una nube blanca en el cielo y dar otras pinceladas blancas, simulando la espuma de las olas.
Mano pintando una nube blanca en un cuadro marino artesanal


Más ideas para decorar tu cuadro marino


Ya has aprendido a diseñar un bonito cuadro marino artesanal, utilizando distintos adornos y también elementos naturales, como lo son la arena y las caracolas de la playa. Pero nunca está de más poner a trabajar tu poder creativo ¡e intentar embellecer tu obra aportando nuevas ideas!
Cuadro marino artesanal, con arena y caracolas


Por lo tanto, será divertido animarte a dibujar un faro, unas gaviotas en el cielo, o pegar más elementos náuticos… para dar un toque especial a tu creación.

¡Ya sabes, decora tu obra como más te guste!

Ideas e imágenes de esta publicación, fueron extraídas del libro "Manualidades y artesanías para niños pequeños".

Lee también:

Broche con caracolas y conchas marinas

Collares y pendientes artesanales con caracolas

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lunes, 5 de febrero de 2018

EL PULPO, LA SEPIA Y EL CALAMAR

Pulpo en el fondo del mar, sobre las rocas

Información sobre pulpos, sepias y calamares



  1. El pulpo.
  2. El ganglio nervioso de los pulpos.
  3. El calamar.
  4. La sepia o jibia.
  5. Los tres corazones de la sepia.
  6. La sepia es un animal de sangre azul.
  7. Las branquias.
  8. El embudo en los cefalópodos.
  9. La concha o pluma en sepias y pulpos.
  10. La boca del pulpo.
  11. Los ojos de los cefalópodos.
  12. Los tentáculos y las ventosas (sepia y calamar).
  13. ¿Cómo se mueven los pulpos y sepias?
  14. Observación de un pulpo y un calamar.
  15. Caza y defensa en pulpos, sepias y calamares.
  16. Lecturas recomendadas.


El pulpo


El pulpo es un molusco cefalópodo dibranquial, octópodo, de boca con fuertes mandíbulas y ocho tentáculos prensores y locomotores.

El ganglio nervioso de los pulpos


El cerebro, o mejor dicho el “ganglio nervioso” de los pulpos y de los cefalópodos en general, se encuentra ubicado exactamente entre los dos ojos.

El calamar


El calamar es un molusco cefalópodo comestible, de cuerpo alargado con concha interna rudimentaria y diez tentáculos.

Vive en el océano Atlántico y el Mediterráneo.

La sepia o jibia


La sepia o jibia es un molusco cefalópodo.

También se le llama “sepia” al color parecido al de la tinta de este molusco (ocre).

El cuerpo de la sepia o jibia aparece como encerrado en un saco llamado precisamente “manto”.
Dibujo de una sepia o jibia con flechas indicativas en las diferentes partes de su cuerpo, y con palabras señalando la aleta, la cabeza, el manto y los tentáculos

Sobresalen fuera del saco o bolsa solamente la cabeza y los tentáculos.

En todo el contorno del manto corren dos aletas onduladas; agitándolas lentamente, el animal se mantiene inmóvil en el agua.

Si se tratara de un nadador humano, podría decirse que “hace la plancha”, o bien se desplaza suavemente.

Para poder observar los órganos internos, imaginemos ahora que practicamos un corte en el manto.
Dibujo de sepia o jibia con un corte en el manto, y con flechas indicando las distintas partes internas. Corazón branquial, bolsa de tinta, Branquias, hígado, boca, etc.

Los tres corazones de la sepia


La sepia tiene tres corazones.

Dos de estos corazones están situados en la unión de las branquias (corazón branquial) y sirven para bombear dentro de ellas la sangre impura que llega directamente del cuerpo.

En las branquias, la sangre se carga de oxígeno y luego va al corazón central (corazón sistémico).
Corazones y branquias de la sepia. Esquema sobre el sistema respiratorio. Se señala el corazón central o sistémico, los branquiales, branquias, venas y arterias de la jibia.

Éste realiza la tarea de enviarla a todas las zonas del cuerpo.

A través de los corazones branquiales, entonces, pasa solamente sangre impura y a través del corazón central circula sólo sangre oxigenada.

¡Es menester reconocer que la sepia es un animal de “mucho corazón”!

La sepia es un animal de sangre azul


La sepia es, además, un animal de sangre azul.

Sabemos que el color rojo de nuestra sangre se debe a la hemoglobina, una sustancia que contiene hierro y es capaz de fijar el oxígeno.

En la sangre de los moluscos, esta función es realizada por la “hemocianina”, una sustancia que contiene cobre y que, al ser oxigenada, colorea la sangre de azul.

Las branquias


Las branquias tienen el aspecto de aletas. Son irrigadas por el agua que pasa bajo el manto.

El embudo en los cefalópodos


Aquella parte que en los otros moluscos tiene el nombre de “pie”, en los cefalópodos ha tomado el nombre de “embudo” o “sifón”, y les sirve para expeler violentamente el agua que ha penetrado bajo el manto.

Veremos más adelante cómo estos animales usan este órgano para locomoción.

La concha o pluma en sepias y pulpos


En las sepias y pulpos, la “concha” o “pluma” se encuentra en la parte interior del cuerpo.

En las sepias, dicha formación ósea constituye el llamado “hueso de sepia”, tan conocido por quien cría canarios.

En los pulpos, la pluma se limita a dos pequeños cartílagos.

La boca del pulpo


Puede presumirse que la boca de los grandes pulpos haya de tener una espantosa apariencia; afortunadamente es bastante difícil verla, porque los cefalópodos tienen la boca escondida en el centro de su corona de tentáculos.

La característica de su boca la constituye el par de gruesas mandíbulas córneas en “pico de papagayo”.
Corte transversal de la boca de un pulpo, donde se señalan las maxilas córneas, superior e inferior y la rádula

En el interior poseen otro órgano extraño: la “rádula”.

Se trata de una lengua totalmente provista de minúsculos dientes, hasta el punto de parecer una especie de rallador.

El animal la hace actuar imprimiéndole un persistente movimiento de vaivén.

¡Fácil será imaginar el efecto de tal artefacto natural sobre las carnes de la presa!

Los ojos de los cefalópodos


Los cefalópodos, a diferencia de muchos otros moluscos que tienen ojos rudimentarios, los poseen desarrolladísimos y completos, tales como los del hombre.

Algunas partes de su cuerpo están provistas también de células olfativas.

Los tentáculos y las ventosas (sepia y calamar)

Esquema del sistema de ventosas en los cefalópodos, como la sepia y el calamar

Los tentáculos sirven a los cefalópodos para sujetar las presas y también para caminar sobre el fondo.

Los decápodos (como la sepia y el calamar) tienen dos tentáculos más largos que los otros; generalmente suelen ser retráctiles y surgen sólo en el momento de aferrar una presa.

¿Cómo se mueven los pulpos y sepias?


Para moverse rápidamente, el pulpo y la sepia utilizan, ni más ni menos, una propulsión de reacción o “de chorro”.

He aquí cómo funciona el sencillo mecanismo:

Cuando el manto se dilata, el saco que él forma se llena de agua.

Cuando el manto se contrae bruscamente, el agua es proyectada afuera, a través del embudo o sifón que se encuentra debajo del cuello, con el orificio dirigido hacia la cabeza.

Por reacción, el animal es empujado en la dirección opuesta a la descarga con un rápido impulso.

Observación de un pulpo y un calamar


En la ilustración aparece también un pulpo en posición de reposo; este animal, para mimetizarse, ha asumido una coloración similar a la de las rocas sobre las cuales se halla posado (mimetismo homocromático).
Ilustración de un pulpo utilizando su sistema de propulsión de chorro, otro mimetizado sobre las rocas y un calamar devorando un arenque

En la misma ilustración podemos ver también un calamar que ha apresado un arenque y lo está devorando.

Con los dos tentáculos más largos mantiene sujeta la presa, con los otros lo lleva poco a poco hacia la boca.

Con el pico lo va descarnando metódicamente.

Caza y defensa en pulpos, sepias y calamares


La entrada de las pequeñas grutas submarinas, que son el refugio y el lugar de acecho de estos cazadores, suelen hallarse sembradas de los despojos de sus víctimas: restos de crustáceos y conchillas vacías.

Pero no pocas veces ocurre que se acerca otro cazador, temible también para ellos; entonces el calamar, el pulpo y la sepia recurren a los más modernos medios defensivos:
Sepia arrojando tinta a su perseguidor

Arrojan a la cara del perseguidor una espesa nube de tinta, que cumple las funciones de cortina de humo y, bajo su protección, se alejan con toda la velocidad que les permite desarrollar su motor de reacción.

Datos recopilados de distintos materiales educativos en papel.

Lecturas recomendadas:

Moluscos: principales características

Crustáceos, moluscos y cefalópodos

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miércoles, 31 de enero de 2018

YEMANJÁ, LA DIOSA DEL MAR

Estatua de Yemanjá, la diosa del mar, con un barco de madera y la playa de fondo

Yemanjá, diosa o reina de los mares


Los días 2 de febrero y 7 de septiembre de cada año, en distintos países del mundo se acostumbra rendir culto a Yemanjá, Jemanjá o Yemayá, deidad considerada “diosa del mar” en la religión afroumbandista.

Según esta religión (introducida al continente americano mediante costumbres de los esclavos africanos en tiempos de la conquista europea), la diosa representa la energía del mar, y está asociada a la fertilidad, el progreso, el hogar y la familia.

Se cree que Yemanjá es además la divinidad protectora de los barcos, navegantes, marineros y pescadores.

Según afirma la creencia, esta diosa es madre de 16 "orishás" e hija de Olokún (orishá del océano, andrógino y dueño de las profundidades marinas, y representante del mar en su estado más aterrador).

En algunos países también se conoce a Yemanjá con el nombre de “Yemaya Olokún” o “Donha Janaína”.

Dentro del continente americano, Brasil es el país que más acostumbra participar en la celebración del día 2 de febrero, aunque también en Uruguay, Estados Unidos y algunas zonas del Caribe se suelen realizar ofrendas a Yemanjá, "diosa o reina de los mares", representante del poder progenitor femenino y, por lo tanto, "madre del mundo".

Sin embargo y pese a todas las virtudes que se atribuyen a esta divinidad, existe la creencia de que cuando la misma desea a un marinero, busca provocar su muerte con la única intención de poseerlo más tarde en el fondo del océano.


Ofrendas a Yemanjá


Llegado el día de la celebración, los seguidores de Yemanjá suelen acercarse hasta las playas, a fin de depositar sus ofrendas en el mar.

En algunas ocasiones, estos creyentes utilizan balsas o pequeñas barcas, con el propósito de entregar los obsequios en aguas más profundas, o simplemente abandonan allí las balsas como parte de la ofrenda.

Las ofrendas pueden contener alimentos, vestidos, flores, perfumes, velas o lo que se considere del agrado de esta virgen o deidad.

(Información extraída de diferentes sitios de la red).

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viernes, 26 de enero de 2018

MARISCOS: CRUSTÁCEOS, MOLUSCOS Y CEFALÓPODOS

Mariscos

Mariscos. Crustáceo y cefalópodo. Un pulpo en el fondo del mar, entre las rocas, y un cangrejo en la arena de una playa, en la cual se ve el mar y la puesta de sol.
Los mariscos se dividen en tres grupos: crustáceos, moluscos y cefalópodos.

Crustáceos

El cuerpo de los crustáceos está cubierto por un caparazón duro y, a veces, éstos están también provistos de pinzas.


Moluscos

El cuerpo de los moluscos está envuelto en una concha con dos valvas.


Cefalópodos

Llamados también “moluscos blandos”, los cefalópodos se caracterizan por la ausencia de concha o caparazón externo. Su cuerpo, en forma de bolsa, está rodeado de tentáculos.


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